Docencia Compartida: una vía hacia la Educación Inclusiva

 

Implementación Docencia Compartida, Programa IDC, Psicopedagogía Activa, Juanto Fernández

La transformación educativa avanza hacia un modelo más inclusivo, colaborativo y centrado en el aprendizaje significativo de todo el alumnado. En este contexto, la docencia compartida se consolida como una de las estrategias más potentes para favorecer la equidad y la innovación pedagógica en los centros educativos de nuestro país.

¿Qué es la docencia compartida?

La docencia compartida implica la presencia simultánea de dos o más docentes en el aula, que planifican, intervienen y evalúan de forma coordinada. Este modelo rompe con la organización tradicional —un solo profesor por grupo— y permite ofrecer respuestas más flexibles y personalizadas a la diversidad del alumnado.

Modelos de docencia compartida

Existen diversas modalidades que los equipos docentes pueden adaptar según las necesidades del grupo y los objetivos de aprendizaje, y aunque diversos autores señalan algunas otras modalidades, entre ellas podemos destacar las siguientes:

1. Apoyo paralelo: dos docentes trabajan con grupos reducidos dentro del aula, reforzando contenidos o atendiendo ritmos diferentes sin segregar al alumnado.

2. Enseñanza en equipo (team teaching): ambos profesores explican, dinamizan y acompañan al grupo de forma conjunta, compartiendo el protagonismo.

3. Rotación por estaciones: el aula se organiza en espacios de trabajo diferenciados; cada docente acompaña una o varias estaciones y el alumnado rota.

4. Enseñanza complementaria: un docente lidera la explicación mientras el otro amplía, refuerza o media para garantizar la comprensión de todo el grupo.

5. Apoyo alterno o flexible: los roles se ajustan según las fases de la sesión o las necesidades detectadas en tiempo real.

Un modelo al servicio de la inclusión

La docencia compartida no es solo una estrategia metodológica: es una declaración de principios inclusivos. Permite que el alumnado con necesidades específicas participe plenamente del aula ordinaria, al tiempo que enriquece la práctica profesional del profesorado. Además, fomenta una cultura de cooperación, reflexión y mejora continua entre docentes, aspectos clave para avanzar hacia una educación más justa y transformadora.

Diversos estudios demuestran que la docencia compartida contribuye positivamente a:

La mejora en los resultados académicos del alumnado.

La mejora de la convivencia y del clima escolar.

El cambio en los paradigmas y roles tradicionales que hacen el día a día del aula más inclusivo y motivador.

Hacia una escuela más inclusiva

La docencia compartida se alinea con los principios que inspiran el actual modelo educativo: equidad, presencia, participación y éxito para todos. Implementarla de forma sistemática y reflexiva supone dar un paso firme hacia la escuela del futuro: una escuela colaborativa, flexible y centrada en las personas que interaccionan en comunidad.

El Programa IDC

A partir de mi experiencia profesional en diversos servicios y recursos educativos y de un largo proceso de reflexión he creado el Programa IDC (Implementación de Docencia Compartida) que actualmente está disponible tanto en formato presencial como online. Se trata de un taller práctico de duración variable dirigido a equipos educativos de centros escolares de primaria y secundaria. Desde la perspectiva del asesoramiento colaborativo permite diseñar e implementar un modelo de docencia compartida ajustada a la realidad y necesidades de cada centro educativo. 

Sin duda, esta práctica pedagógica es una de las claves de la educación del siglo XXI.


Enlaces para profundizar:

Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva. https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-73782024000100089

Revista Àmbits de Psicopedagogía i Orientació https://ambitsaaf.cat/article/view/4197