Momentos de Calidad Familiar

 


En un mundo lleno de estímulos digitales, stress, agendas imposibles y mucha velocidad, compartir momentos de calidad con nuestros hijos es una inversión invaluable para su desarrollo cognitivo, emocional y social. A continuación te resumo brevemente tres propuestas sencillas y muy interesantes con múltiples beneficios...

Lectura conjunta. Además de enriquecer su vocabulario y estimular el lenguaje, la lectura compartida favorece también el desarrollo de su creatividad, y genera un espacio ideal para la conversación y la educación emocional. Este diálogo, cuando es genuino y atento, fortalece la autoestima y fomenta habilidades de comunicación que les servirán para toda la vida.

Juegos y actividades físicas al aire libre. Favorecen el desarrollo del respeto por el entorno y por las normas y reglas, promoviendo al mismo tiempo el desarrollo psicomotor y social, esenciales para su salud y bienestar. Estos momentos no necesitan ser perfectos ni ser demasiado elaborados, solo necesitan ser auténticos. Lo importante es la conexión que se genera, la seguridad que transmitimos y los recuerdos que quedarán grabados para siempre.

Compartir el desayuno, la comida... la cena. Estos son momentos fundamentales de calidad familiar. Compartir las comidas diarias fortalece los lazos afectivos, promueve la comunicación y mejora el bienestar emocional. Desde el punto de vista educativo, favorece la socialización, el aprendizaje de hábitos saludables y el desarrollo de habilidades como la escucha activa y la empatía. Además, crea un espacio de seguridad emocional que contribuye a una mejor autoestima y estabilidad psicológica. 

En definitiva, los momentos de calidad compartidos con nuestros hijos ayudarán a fortalecer el vínculo y contribuirán a su desarrollo integral. Con esta serie de prácticas sencillas y cotidianas tanto niños como adultos obtendremos grandes beneficios. Cada pequeño instante cuenta... Si prohibimos pantallas, sugiramos alternativas.